jueves, 10 de diciembre de 2009

El arrastre

EL ARRASTRE

Por lo que podemos observar de un tiempo a esta parte, la policía y la judicatura tienen una estrecha relación con las artes de pesca. En ocasiones, utilizan la caña y el cebo para, de un modo selectivo, capturar las piezas. Esta es la forma de pescar más respetuosa con el objetivo de conservar las especies. Traducido: se busca detener al que se tiene certeza de su culpabilidad sin limitar las libertades de los demás. En otras ocasiones, se acude al palangre, que selecciona las especies marinas que se desean pescar pero, a veces, resulta perjudicial para otras especies, como es el caso de las aves marinas. Traducido: se pretende capturar a toda una red de personas supuestamente implicadas en un delito aunque en esa captura se detenga a otras que no tengan relación con el mismo, lo que supone una merma de la libertad ciudadana. Por último, tenemos el arrastre, el arte menos selectivo que existe, además de ser el más perjudicial para los fondos marinos según los entendidos en la materia (consultar al respecto www.clubdelamar.org/). Aquí ya no existe selección sino que se lleva en la red todo lo que ésta encuentra en su recorrido (algas, plantas y otros organismos). Traducido: se busca detener a las personas que se supone directamente implicadas en un delito, así como a las que se sospecha que puedan estarlo e, incluso, a las que potencialmente pudieran guardar algún tipo de relación con las anteriores llegando, incluso, a arrastrar a los organismos públicos (diarios, partidos políticos, asociaciones, bares, radios, etc.) de los que los anteriores forman parte sin ser el todo. También, en lo que concierne a la libertad de las personas, ésta es sin duda alguna la más peligrosa de todas, pues sacrifica la libertad y seguridad de muchas personas en aras de la supuesta seguridad de la mayoría.

Lo que debería ser una excepción -‘estado de excepción’- se va convirtiendo, cada vez más, en el modo de funcionar habitual de las instituciones señaladas al principio. En ese afán de garantizar nuestra seguridad, va a llegar el día en el que se detenga a alguna mujer embarazada y con determinadas ideas políticas, bajo la acusación de llevar, eso sí, en potencia, el germen de un delincuente.